Capítulo: 39
Sale de la ducha envuelta en una toalla de color coral y atraviesa el
pasillo que comunica el baño con su habitación. Raquel ya se había dejado su
ropa preparada encima de su cama. Ha hablado con Hugo, y han decidido que era
mejor quedar a las diez en la Plaza España. De esa forma, Raquel tendría mucho
más tiempo en arreglarse para la cena con Hugo.
Entra en su habitación y ve su ropa bien colocada sobre el colchón. Ha
escogido un vestido negro de palabra de honor, corto y ceñido, a juego con unos
botines del mismo color que el vestido. Ágilmente, se sube la cremallera del
vestido, se pone encima una chaqueta y se calza los zapatos. Le cuesta ponerse
en pie. Nunca se le ha dado bien eso de andar con tacones. Pero un día es un día.
Camina hacia su tocador y elige pintarse los ojos aplicándose un poco de
rímel y marcando una fina raya negra encima del párpado inferior. Después,
escoge una barra de pintalabios roja para terminar de arreglarse. Lista.
Lleva esperando ansiosa esta noche todo el día. Solo conoce a Hugo de
verle en el partido de Cristian y ni siquiera habló mucho con él. Le cayó bien
desde el principio, no le importaría llegar a ser una buena amiga suya.
Esta noche han quedado para conocerse mejor, conocerse como amigos. Por
ahora Raquel no quiere saber nada de novios y, si por ella fuera, le daría la
espalda al amor. El comportamiento de Cristian en estos días le ha decepcionado
mucho, antes él no era así. Ahora pasa de todo, solo le importa su bien y vivir
la vida sin límites. Vivir como se fuera el último día. En algunos momentos no
está mal desenfrenarse para sentir la adrenalina, Raquel lo ha hecho más de una
vez, pero hay que parar y mirar a tu alrededor, porque mientras vives a tope, sin darte cuenta de de los que
le puede ocurrir a los demás, ellos pueden terminar dañados por tu culpa. Y eso
tiende a ocurrir solo porque te diviertes y solo piensas en ti.
Se retira el pelo hacia un lado y comienza a hacerse una trenza de
espiga en su oscuro cabello. Cuando termina se mira al espejo y sonríe sin
motivo. Le hubiera gustado contarles lo de la cena de esta noche a cualquiera
de sus amigas, le hubiera gustado contárselo a Verónica. Antes de la pelea, se
contaban todo. Como las mejores amigas que eran. Raquel daría marcha atrás y
cambiaría todo lo que pasó esa tarde en casa de Paula. Se arrepiente de lo que
ocurrió. Y le cuesta admitirlo pero, la echa de menos. Echa de menos sus
conversaciones hasta pasadas las doce de la noche, echa de menos sus risas en
el patio del recreo, sus consejos en los momentos más difíciles, echa de menos
pasar tiempo a su lado. Echa de menos a su mejor amiga.
La sonrisa desaparece del reflejo en el espejo. Raquel mueve la cabeza
de un lado a otro, esta noche no. No va a derrumbarse.
Se levanta del pequeño taburete de su tocador, se coloca bien su
chaqueta amarilla fosforita y sale del cuarto.
-¿Ya te vas?- le pregunta una voz por detrás antes de salir de la casa.
Marcos.
-Sí, he quedado con Hugo, el novio de esa chica… ¿Oriana?
Marcos la mira extrañado:
-¿Cómo es que has quedado con ese chico?
-Resulta que trabaja en el Rock and Blues, el bar que hay al lado de la
tienda de vestidos de novia de mamá, entré allí para esperarla una tarde y Hugo
fue quien me atendió. Fue muy amable conmigo. A la hora de pagar mi
consumición, él se negó a aceptar mi dinero y llegamos al acuerdo de que la
cuenta estaba saldada con una cena para los dos esta noche. Hugo se ha
encargado de todo.
Su hermano frunce el ceño, no le convence mucho la cena de Hugo y
Raquel. Pero, su hermana ya es mayor para tomar sus propias decisiones.
-Está bien- le dice Marcos- pásatelo bien, pero ten cuidado.
Raquel se ríe. Le gusta verle en plan protector con ella. Recuerda
cuando no dejaban de discutir y pelear, siempre estaban todo el día enfadados.
Y, ahora, están más unidos que nunca. Incluso les molesta que les llamen
hermanastros, son hermanos. No lo son de sangre, pero se quieren y han empezado
a respetarse como tal.
-No te preocupes, hermanito- le da un beso en la mejilla- se cuidar de
mí misma.
En eso tiene razón, pero teme por ella.
Raquel cruza la calle y se aproxima a la parada de autobús más cercana. Comprueba
el horario de los autobuses, el próximo llegará en quince minutos. Raquel
resopla, a este paso llegará tarde al Rock and Blues. Decide mandarla un
mensaje de Whatsapp a Hugo.
El autobús tardará
quince minutos en llegar. Al bajar correré todo lo que pueda hasta llegar.
Siento mucho si mis piernas hacen que llegue tarde.
Al instante, recibe un mensaje de Hugo:
No te preocupes, dudo
mucho que se enfríe la cena. Tómate tu tiempo, prefiero verte entera que con una
pierna rota. Un beso, te espero.
Lo leer despacio y guarda el móvil.
Hugo le ha caído muy bien desde que lo conoció. Aunque también siente pena por
él, tener a esa arpía, así es como la llama ella, como novia no debe de ser
nada sano. Vio como lo trató en el partido de fútbol de Cristian. ¿Cómo un
chico como él puede salir con una chica así?
Raquel divisa el autobús a lo
lejos. ¡Por fin! Se sitúa al lado del poste que indica la línea de autobús y,
cuando abre sus puertas, Raquel sube las escaleras y pasa su tarjeta de bus por
el lector. Camina por el pasillo y se sienta en un asiento libre al final del
vehículo, junto a la ventana.
Saca su Smartphone y se pone a
escuchar música con los cascos. La última canción que ha escuchado es I’m getting over you de Carly Rae Jepsen. La retrasa
hasta el principio y mira por la ventana mientras la escucha. Nota como le
sudan las manos, está nerviosa. Y no tiene motivos para estarlo. Hugo y ella
son amigos, esto no es una cita. Se lo ha repetido un millón de veces en la
cabeza. Se seca las manos en el vestido para quitarse el sudor. “¡Tranquila,
Raquel!” piensa.
El autobús para, quedan dos paradas
para llegar a la Plaza España. En esta parada solo sube un chico con una
capucha negra que se sienta al lado de Raquel. Ella no se digna a mirarlo,
sigue observando a través del cristal de la ventana. El joven desprende un
aroma a tabaco y alcohol. Raquel lo huele y hace una mueca. Lo mejor será no
hacerle caso, solo quedan dos paradas.
El tiempo transcurre muy lento, tal
vez sea por los nervios que la invaden o por que el chico que tiene al lado no
deja de mirarla. Raquel no hace caso al chico y se levanta para situarse en
frente de la puerta de salida, la siguiente parada es la suya. Pero, para su mala
suerte, el joven de la capucha negra se levanta.
El vehículo para, abre las puertas
y Raquel baja disparada como un rayo. Hace diez cinco minutos que debería haber
llegado a su encuentro con Cristian. Se dispone a caminar deprisa cuando
alguien le agarra de la muñeca y, sin esperarlo, la besa con agresividad. Raquel
ni siquiera cierra los ojos. Con todas sus fuerzas golpea en el pecho a su
asaltador y consigue apartarlo de ella. Es el chico de la capucha negra.
-¡Pero tú qué te has creído!-
chilla ella haciendo aspavientos con las manos.
-No niegues que no te ha gustado,
Raquel. Sé que llevas meses esperando esto.
La chica comienza a asustarse. ¿Qué
sabe él de ella?
-¿Quién eres? ¿Cómo sabes mi
nombre?
Raquel comienza a impacientarse y
nota como la tiemblan las piernas. Si sale corriendo, cabe la posibilidad de
que él la siga. Y seguro que corre mucho más que ella.
Raquel intenta verle la cara pero
solo consigue distinguir una sonrisa siniestra en el rostro del chico, que se
termina quitando la capucha.
Cuando consigue ver su cara, Raquel
retrocede dos pasos hacia atrás. No da crédito a lo que está viendo. Cristian
es el joven encapuchado.
Hola!! Mirad para que os hagáis una idea esta sería la ropa de Raquel:
Espero que os haya gustado el capítulo. Un besazo<3
¡No me lo puedo creer! Cristian se está pasando, va a hacer daño a Raquel... :(
ResponderEliminarYo quiero que se quede con Hugo, que él sí que es un buen chico...
Ya me he puesto al día, estoy deseando leer un nuevo capítulo :)
¡Un beso muy muy muuy grande! <3
Buenas!
EliminarCristian ha cambiado mucho, ahora solo le importa su vida y él mismo, sin tener en cuenta la vida de los demás.
Un besazo cielo! ¡Gracias por todos tus comentarios! <3
¡AY LA POBRE! Este chico es tanto…no pega nada con la foto de los personajes hahah en la foto tiene cara de bueno.
ResponderEliminarEl chico del vídeo me recuerda un poco a él cuando lleva la capucha.
Cristian esta fatal…seguro que va borracho…Ojalá vuelva en si.
Me ha encantado ¡Sube pronto!
Hola!
EliminarA veces las apariencias engañan ¿no? jajaja
En dos capítulos se sabrá algo más de esto jjejeje.
¡Muchas gracias cielo!
Un beso^^
Heeey!
ResponderEliminarMe encanta el Marcos protector, es adorable :33
ME VOY A CAGAR EN TODO. ESTÚPIDO CRISTIAN COMO LE ARRUINES LA CITA A RAQUEL TE VAAS A ENTERAR DE QUIEN SOY YO ¬¬ *María respira*
Vale, ahora que estoy más calmada. No seas mala, ¿eeh? (que te conozco :P) Deja que Raquel y Hugo disfruten de su cita jajaja
¡Un besoo! ;)
MARIAAAAA!!
EliminarEs una monada *_* jejejje ñ.ñ
JAJAJAJAJAJAAJA tranquila tranquila jajajjaa :D Cristian tomará de su propia medicina...ahi lo dejo jajajaja.
Un besazo cielo!
ÑA RA ÑA!
ResponderEliminarNo entiendo como es que Vero se enamoro de esa cosa llamada Cristian .-.
Lo he empezado a odiar mucho...y eso que lo inventé yo ejeje
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