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viernes, 21 de febrero de 2014

Dime que no me quieres. Capítulo: 7

Capítulo: 7

-¡No! ¡No!- se queja Gloria llevándose las manos a la cabeza- No consigo controlar a la perfección este paso.
-¡Venga ya! Gloria, tienes dominado el baile.- le intenta animar Marcos- Llevamos aquí tres horas ensayando, ¿por qué no nos tomamos un descanso?
La muchacha resopla de forma que su flequillo se levanta levemente. Mira a los ojos de Marcos que suplican que ella acabe con este ensayo, lo cual le produce una leve risa.
-Ya me has ayudado mucho por hoy, Marcos. Vete a casa y descansa, yo me quedaré encerrada en estas cuatro paredes- mira alrededor de su habitación- hasta que domine el baile.
Han pasado toda la tarde practicando el baile para la prueba que Gloria debe realizar una vez dentro de la academia en la que ha sido aceptada. Marcos se ha encargado de la música en menos de veinte minutos. Ha mezclado varias canciones con distintos ritmos para que Gloria contrastara diversos pasos y que diese sus propios toques a la coreografía. Son solo tres canciones; Stay de Rihanna, para comenzar de una forma lenta, le sigue Timber de Kesha y acaba con Dancing in London de Patrick Miller. Él se ha encargado de hacer una base con esas tres canciones para que Gloria se mueva a su compás.
-Vamos- se acerca a ella- tienes que descansar, estarás agotada. No has dejado de dar vueltas y de encajar pasos.- le sonríe- Hasta yo me he cansado solo de verte bailar.
El comentario de su amigo hace que la joven se ría mostrando su alineada dentadura. Es agradable hablar con él, se ha convertido en un gran apoyo durante estos meses que han dedicado a conocerse más a fondo.
-Está bien- dice cediendo- ya basta por hoy.
Camina hacia la cocina y vierte un poco de agua en un vaso. Sabe que debe esforzarse más para realizar una coreografía perfecta, un baile que deje boquiabiertos a los directores y profesores de la academia.
-¡Gloria, será mejor que me vaya!- grita Marcos recogiendo sus cosas- ¡Se hace tarde y mi madre estará preguntándose en dónde anda metido su hijo!
El chico logra escuchar la risa de Gloria desde el cuarto, más tarde, sus pisadas en la madera del suelo que cruje. Asoma la cabeza por el marco de la puerta.
-Siento mucho haberte entretenido tanto con mi coreografía- susurra arrepentida.
-No lo ha hecho, me gusta verte bailar. Disfrutas mucho haciéndolo- se acerca a ella y le sella un beso sonoro en la mejilla- Mañana te llamo y nos vemos, pero nada de baile.
Gloria ríe y le abraza.
-Trato hecho- sonríe levemente- Hasta mañana.
Le acompaña hasta la puerta y, antes de que salga Marcos, se despiden haciendo un gesto con la mano. Se cierra la puerta.
Son ya las nueve de la noche, pero el fatigante calor se concentra cada vez más en la ciudad. Aumenta la zancada de sus pasos bajo las luces tenues de las farolas que alumbran las calles. Tiene que llegar a casa cuanto antes, ya se imagina la cara de su madre cuando le vez llegar, sin saber nada de él desde la mañana. Debe darse prisa. Nota como su móvil vibra en el bolsillo, seguro que es su madre…Con agilidad, lo saca y mira la pantalla sin dejar de caminar. A la hora de desbloquear la pantalla, sin prestar atención a nada más que a ese mensaje recibido, Marcos choca contra alguien de modo que ambas personas caen al suelo.
-¡Lo siento!- exclama él- Iba distraído y no miraba al frente, perdone.
-No…no te preocupes…- dice una voz femenina.
¡Un momento! Esa voz…no…no puede ser, ella no…Marcos alza la vista y se topa con la profunda mirada de los ojos de Verónica, la chica con quien ha tropezado.
-Vero- susurra Marcos. Carraspea- ¿Cómo estás?
-Ho…hola Marcos. Bien, estoy bien.- dice enrollando mechones de su pelo entre sus dedos, no se esperaba encontrarse con él- ¿Y tú?
-Bien, muy bien. Me iba ya a casa.
Un silencio incómodo se hace presente en su conversación. Desde lo ocurrido entre ellos, perdieron el contacto y comenzaron a conocer a personas nuevas y diferentes. Aunque ninguno lo sepa, ambos pensaron varias veces en solucionar las cosas entre ellos, volver a mantener una buena relación o intentarlo. Una buena amistad como la que ellos tuvieron y cuidaron se fue a la borda en unos minutos de enfado y reproches. Tal vez fuesen los sentimientos de Marcos hacia la muchacha los culpables de esa barrera que se formó entre ellos. Uno no es dueño de sus emociones, pero sí de la forma en las que salen a la luz. Marcos sabe que su confesión se le escapó de las manos…
-Tengo que irme- le dice Verónica dando un paso hacia delante- me ha…agradado el volver a verte. Adiós, Marcos.
-¡Espera!
Tal vez sea la hora de aclarar la situación, de dejar a un lado los rencores y el pasado, de ser sinceros… Vero gira sobre sí misma y vuelve a clavar su mirada en él.
-¿Ocurre algo?
-Bueno…no, olvídalo. Hasta otra.

Y se marcha, dejando la intriga en Vero. Y es que había una faceta que Marcos se olvidaba de su carácter, tenía la pretensión d ser un cobarde. 




domingo, 9 de febrero de 2014

Dime que no me quieres. Capítulo: 6

Capítulo: 6

-¡Dani!- grita Paula desde el salón de la casa del muchacho- ¿Se puede saber que estás haciendo?
Desde que su larga sesión de besos llegó a su fin, Daniel le pidió que aguardase sentada en el sillón, él volvería enseguida.
-¡No hagas tantas preguntas y confía en mí!- le grita desde su habitación. Tiene preparada una sorpresa para ella que le encantará. Está seguro.
Paula comienza a mover las piernas nerviosa, frotándose las manos. ¿Qué se propone? Podría ser cualquier cosa… Dani es muy detallista y tiene como objetivo el sorprenderla en cada minuto del día. Y lo consigue. Con las piernas temblorosas, se levanta de su asiento y comienza a caminar de un lado a otro de la habitación.
-Veo que, por mucho que pase el tiempo, hay cosas que no cambian- comenta Dani apoyado sobre el marco de la puerta. Paula, sobresaltada por su llegada, da media vuelta para mirarle.
-¿A qué te refieres?- pregunta mientras él se va acercando lentamente hacia ella.
-Tus pasos temblorosos de un lado a otro cada vez que intento sorprenderte,- le alza la barbilla con dos de sus dedos- mientas que, nerviosa, te muerdes el labio inferior mientras tus mejillas se sonrojan inevitablemente.
-¡Eso no es cierto!- reprocha ella cruzándose de brazos. Siente como sus mejillas comienzan a arder.
Daniel ríe levemente aunque de forma traviesa.
-Tus mejillas te delatan…- susurra atrapando su rostro en sus manos. Le besa despacio.- A llegado la hora de descubrir tu sorpresa.
Paula se sienta en el mismo lugar de antes y observa como su novio enciende el ordenador portátil y lo posa sobre una pequeña mesa en el centro de la habitación. Conectado un pendrive y comienza a abrir y seleccionar archivos hasta que da con el adecuado y buscado. Dani clica sobre el icono que indica que el archivo elegido es un vídeo. Pulsa sobre el dos veces y deja que comience la presentación de forma automática. Un fondo oscuro y se empieza a escuchar Como cambia la vida de Sergio Rivero. Una foto de Paula en la que tendría menos de cuatro años, aparece como primera imagen. Esas dos coletas que ella siempre llevaba, acompañadas de su pequeña y tímida sonrisa, la cual, a esa edad comenzaron a caérsele los dientes. No puede evitar reír al verse en la pantalla. Una selección de fotos, únicamente de ella, se reflejan en el ordenador hasta que llega la principal, la foto sobre la que girará el resto del vídeo. Dani aparece abrazando a Paula por detrás, dejando un beso en la sonrojada mejilla de la muchacha. De repente, la canción cambia, dando paso a Nothing’s real but the love de Rebecca Ferguson. La fotografía permanece durante el inocio de la canción pero, poco a poco, comienza a disminuir el volumen, dejándola como una dulce música de fondo. La voz de Dani empieza a escucharse en el vídeo…
“No puedes hacerte a la idea de lo que me ha costado grabar esto. Días y días buscando las palabras exactas. Aún así, tal vez se queden cortas. Dickens dijo que: ‘No está en mi naturaleza ocultar nada. No puedo cerrar mis labios cuando he abierto mi corazón’ Eso es exactamente lo que voy a hacer, sin rodeos ni vuelta atrás. Te abrí mi corazón aquella tarde de diciembre y de mis labios, salieron todas las palabras que encontré necesarias para expresarme. De ahí las plasmé al papel. Conmigo escucharás muchas citas de grandes escritores en los que algún día pueda reflejarme, ellos son mis aliados para demostrarte que no miento. Te quiero. Ahora sé que sería capaz de gritarlo hasta quedarme sin voz, hasta que en tu cabeza se escuchase el eco de mis palabras. Sé lo que quiero. Una gran poesía dice: Caminante no hay camino, se hace camino al andar. Mi mayor deseo es forjar ese camino de tu mano, compartiendo todos mis secretos y temores, además de los buenos momentos. Esto no son simples palabras que, más tarde, se la lleva el viento. Si fuera necesario las grabaría en la piedra con mis propias manos pero, prefiero que se queden en tu corazón y en el mío. Y, para eso, el camino nos traerá altibajos que nos harán fuertes. Solo queda una pregunta… ¿Estás dispuesta a recorrer ese camino conmigo?
La presentación finaliza con el último acorde de la canción, el susurro de la última sílaba que Dani pronunciaba en el vídeo y  la primera lágrima de emoción que corre rauda por la mejilla de Paula. El joven sujeta su mano de forma frágil y tierna, mientras ella se limita a sonreír sin limpiar su cara húmeda.
-¿Qué me dices?- pregunta él con voz temblorosa y total seriedad- Sé que no puedo prometerte un para siempre como en las películas, pero prometo que haré todo lo que esté en mi mano para que no sea un simple viaje pasajero. Te parecerá una idea alocada, parece que te esté pidiendo matrimonio y no es así, tan sólo tenemos dieciséis años –ríe- pero esto tiene otro sentido. Somos jóvenes sí, pero quiero aprovechar cada minuto contigo.
Paula no se resiste más y se abalanza sobre él para abrazarle, rodeando su cuello con los brazos y apoyando su cabeza en el hombro de Daniel.
-¿Eso es un sí?- susurra él.

-Por supuesto. 


Hola pequeños lectores! Me ha gustado mucho escribir este capítulo, espero no decepcionaros. Os dejo las canciones que Dani puso en el vídeo para Paula. 
Un beso enorme<3