Seguidores

sábado, 29 de junio de 2013

Capítulo: 30.

                     Capítulo: 30


Ha salido de casa a las ocho y cuarto de la mañana para recoger sus notas antes de las nueve en punto y estar en su casa de nuevo a las nueve y media. En el instituto de Hugo no obligaban a sus estudiantes permanecer todo el día en el centro, podía recoger las notas y marcharse a su casa tranquilamente.
Cuando ha llegado a su casa, se ha vuelto a vestir con el pijama de invierno y a entrado en su cama, aún sin hacer desde esta mañana temprano. Una vez dentro, alcanza con una mano su Smartphone de color azul eléctrico que hay en su mesilla de noche, al lado del primer libro de la saga de Los Juegos Del Hambre.
Revisa sus últimas conversaciones de WhatsApp. Con el dedo va deslizando la pantalla táctil del móvil, pasando cada uno de sus contactos hasta que se detiene en el de Oriana. Su última conversación fue hace dos noches y, cómo no, volvieron a discutir. Llevan un tiempo que solo discuten, siempre. Ha habido algunas veces en las que han estado a punto de romper por sus discusiones y peleas. Y siempre las empieza ella y sus celos, a los que Hugo no soporta. Su fuera por él, ahora los dos estarían cada uno por su lado, viviendo la vida que cada uno quisiera, pero no es tan fácil hacerlo como decirlo. Él conoce el secreto de Oriana, ese secreto que, aunque ella lo niegue, le corroe por dentro. Hugo fue el único que ayudó y animó a Oriana en esos momentos en los que el mundo se le venía abajo. De ahí, pasaron a estar más tiempo juntos. Pasaron días, semanas e incluso puede que algún mes, hasta que surgió lo que fue un nuevo amor para Oriana pero una simple atracción para Hugo. Lo supo desde el primer gesto de afecto hacia él, desde el primer beso, el primer abrazo…siempre lo supo, no sentía nada especial hacia Oriana. Intentó hacer todo lo posible para conseguir que le gustase, pero el corazón lleva el mando en estas situaciones. Pensó muchas veces en dejarla, pero el miedo de su participación en la muerte de Inés aún no había desaparecido y Hugo no quería empeorar su estado con una ruptura que, para ella, sería mucho más dolorosa.
Al principio, a la vista de todos, parecían una pareja ejemplar. Pero, lo que todas esas personas no sabían, era que uno de los dos fingía todo el tiempo el sentir por Oriana. Y todo empeoró cuando ella comenzó a mezclarse con gente que no es de fiar, gente que a Hugo siempre le dio mala espina. Comenzaron a ir a buscarla a la salida del instituto, de ahí pasó a sus largas salidas por la noche sin saber nada de ella, a su abandono de los estudios y, por último, a usar la droga como un tipo de medicina para curar el pasado. Pero ella no es consciente de que el pasado es una huella imborrable que te perseguirá toda la vida.
Y, aunque Hugo no sienta nada por ella más que amistad y en algunos momentos una simple atracción, se preocupa por ella. Aunque él no sea más que otros de los muchos chicos para añadir a su lista.
Su relación está muerta para él. Y, por una vez, no va a dejarse llevar por lo que hizo en el pasado. Va a terminar con esta insana relación de una vez por todas.
Entra en contactos y busca el móvil de Oriana, va a quedar con ella para aclarar las cosas. Podría terminar por vía telefónica es más, ella lo haría, pero Hugo no va a caer tan bajo.
Al tercer bip, Oriana responde a la llamada:
-Hola, Hugo. ¿Qué quieres?- dice ella desganada y sin dejar de mascar el chicle que lleva en la boca.
-Hola, ¿tienes algo qué hacer esta tarde? Me gustaría hablar contigo.
Hugo escucha como Oriana resopla al otro lado de la línea y dice algo de mal gusto en voz baja.
-No, estoy libre. Quedamos en el Rock and Blues dentro de veinte minutos.
-Está bien, Allí nos veremos-le contesta Hugo sin que Oriana lo escuche. Ella le ha colgado.


Canta la canción de Feel this moment mientras repasa en su cabeza los pasos de baile que ha creado para acompañar a la canción. Nunca se le ha dado mal bailar. Consigue bailar cualquier tipo de danza o baile. De pequeña aprendió a bailar ballet en una pequeña academia que cerró hace siete años, los mismo años que ella dejó de bailarlo. Algunas veces realiza algunos pasos de ballet en la buhardilla de su casa, pero nunca más ha participado en ninguna otra exhibición de ballet. Pero, hace tres años, decidió aprender a bailar lírico y hip-hop, hasta la fecha. Su pasión es el baile, es la única manera que tiene de expresar libremente sus sentimientos y emociones. A Gloria siempre le ha costado abrirse a los demás, es su mayor defecto. Intentar hacer lo posible por mejorar, pero no da resultado.
La canción finaliza y con ella el paso final de la coreografía. Solo queda grabarla y subirla a su blog, donde publica sus coreografías llenas de sentimiento.
Busca la cámara de vídeo y la coloca encima de una balda de una de las estanterías. Es el ángulo perfecto para grabar el baile. Deja la cámara en modo automático durante diez segundos, el tiempo justo para darle al play de la canción y comenzar a grabar. Pulsa el play y comienza a escucharse la letra de la canción y con ella el cuerpo de Gloria se mueve al compás. Al bailar siente como si volara, únicamente se deja llevar dejando que le música se apodere de ella.
-¡Gloria!- grita alguien por el pasillo.
Lucas ve que la puerta está entreabierta y puede ver como Gloria baila el estribillo de la canción. No se le da nada mal. Es su pasión. Su sueño es pisar un escenario con una de sus coreografías. Él siempre le dice que lo conseguirá, es la mejor en lo que hace.
La canción termina y con ella los pasos de la chica que se acerca a su escritorio para beber de su botella de agua.
-¡Bravo!- grita Lucas a la vez que aplaude y alaba a Gloria.
-¿Te ha gustado?- le pregunta ella recuperando el aliento.
-Mucho. Cada día lo haces mejor, prima.
-Gracias- le dice ella dándole un abrazo.
Su primo, junto con su madre, han sido los que más la han apoyado. Siempre. El resto de su familia no estaba muy satisfecha con la idea de que Gloria desease ser un bailarina profesional. Ya que no lo consideran un trabajo digno para ella. A raíz de ahí, Lucas le dio la idea de crear un blog en el que publicar sus coreografías, con la razón de que, si su familia no quería verla realizar su sueño día a día, ¿por qué no enseñárselo al resto del mundo?
-Oye prima, ¿sabes dónde está mi toalla? Voy a irme a la piscina cubierta del gimnasio a nadar un rato.
-Sí, está colgada detrás de la puerta del baño.
-Muchas gracias- le dice dándole un beso en la mejilla- Volveré antes de las seis, díselo a mi madre cuando venga.
Ella asiente, mientras que ambos se dicen adiós con la mano. Gloria lleva una semana en casa de sus tíos, va a pasar las Navidades con ellos. Sus padres van a pasar las vacaciones fuera del país por temas de trabajo en la empresa que ambos dirigen. Hay veces en las que Lucas se siente mal por ella, nota cuando los echa de menos. Él siempre intenta hacer lo posible para que ella se sienta como en su casa. Son primos, pero se tratan como hermanos.
Lucas sale de casa y se monta en la bici camino al gimnasio. Le encanta nadar. Para él la natación es como para Gloria el baile, un estilo de vida. A estas horas la piscina está vacía y eso le relaja. Pero, esta tarde, no va a estar solo.

 Hola hola:) Bueno, este capítulo no me gusta mucho, más bien es un capítulo que os va a servir de guía. Os dejo la canción que baila Gloria. Un besazo enorme:)




¡¡¡HUUOOLAAAAS!!! Dios mio estoy que no me lo creo, de verdad. El blog de http://nicki28cool.blogspot.com.es/ (os recomiendo que lo sigáis) me ha dado un premio:) Para que te lo concedan debes seguir las siguientes normas:
1.Nombrar a quién te ha otorgado el premio.
2.Responder las once preguntas de quien te ha otorgado el premio.
3.Nombrar a 11 blogs que para ti también se merecen el premio.
4. Hacer 11 preguntas a los blogs que has nominado.
5.Avisar a cada uno de estos blogs de que han sido nominados para el premio.
Y, ahora voy a responder a las preguntas que me piden respoder:
1. ¿Alguna vez  no has publicado algo en tu blog por miedo de que no le guste a los demás?
No, siempre que publico algo en mi blog intento pensar en lo que le pueden gustar a mis lectores. Pero si que es verdad que ha cosas que no me ha gustado publicar tanto como otras, pero, el motivo es que esos capítulos podían ser más serios.
2. ¿Tus amigos/as o familiares saben que tienes un blog?
Sí, y están orgullosos. O por lo menos, eso creo.
3. ¿Cuál es tu mayor ambición?
El llegar a ser escritora algún día. Es mi mayor sueño y no voy a para de luchar por él hasta conseguirlo.
4. ¿Cuál ha sido tu momento más vergonzoso?
Fue hace dos años, en el colegio. Tuve que cantar una canción en inglés delante de toda mi clase :$
5. ¿Alguna vez mirando otros blog te has dado cuenta de que otra blogger te ha plagiado algo de tu blog?
No, y espero que no me pase nunca.
6. ¿Cuál es tu postre favorito?
¡El helado! Me encanta de todos los sabores.
7. ¿Qué es lo que más miedo te da?
El quedarme sola en algún momento de mi vida.
8. ¿Tienes algún tipo de talento?
Bueno, mis amigos dicen que escribir historias y libros no se me da nada mal para la edad que tengo. Y, desde pequeña, tampoco se me ha dado nada mal el pintar y dibujar.
9. ¿Eres de las personas que juzgan un libro por su portada?
Para nada.  No me gusta juzgar a los demás, cada uno es como es, con sus defectos y virtudes. Y hay que aceptarlos tal y como son. No está nada bien juzgar a alguien por ser diferente porque esa persona te puede sorprender. Yo no juzgo nunca a nadie sino se comporta mal con los que me importan. Siempre intento llegar a conocer el fondo de las personas.
10. ¿Si estuvieses en una isla desierta qué tres objetos te llevarías y que persona te gustaría que estuviese contigo?
Me llevaría; mi libro favorito, un bolígrafo y un cuaderno, para poder seguir escribiendo mis historias. Y, de personas, me llevaría a mi mejor amigo, porque él siempre me anima a seguir adelante en los momentos difíciles y comparte conmigo los buenos. Siempre intenta enseñarme el lado positivo de las cosas y, no se cómo lo hace pero, me ayuda a seguir adelante con mi sueño diciéndome siempre esta frase; María, tú eres la única que puede cambiar el mundo con tus libros. Nunca te rindas.
11. ¿Cuál es el mejor regalo que te han hecho en toda tu vida? 
La vida. Puede sonar un poco fuerte pero es la verdad. Gracias a mis padres estoy aquí y creo que puedo hacer grandes cosas en mi vida. Tengo una familia y unos amigos que me apoyan y me quieren, que comparten mis alegrías y mis tristezas y que sé que siempre van a estar ahí. Gracias a todos ellos mi vida es perfecta, y ese es el mejor regalo que me podrían hacer.

Buenos estas son las respuestas de las preguntas, ahora voy a elegir a los 11 nominados al premio. Ellos son:

Canción muerta.
El miedo de no sentir miedo.
You taught me how to break a Heart.
Dreams of the heart.
El mundo de Egnia.
Dream & Be Free.
Free Life.
Angy's World.
Perlitalizardo.
Lágrimas desordenadas.
El pasado de Shelly.


Y estas son las 11 preguntas que os hago:
1.¿Cuál es tu serie de TV favorita?
2.¿Tienes algún lema? ¿Cuál?
3.¿Cuál es tu mayor miedo?
4.¿Qué tiene que tener una persona para que te guste?
5.¿A qué lugar te encantaría viajar?
6.¿Cuál es tu mayor sueño?
7.Si tuvieras que escoger tres objetos especiales para tí, ¿cuáles serían?
8.¿Piensas que hay que criticar a alguien solo por el hecho de ser diferente?
9.¿Cuál es tu escritor favorito?
10. ¿Qué es lo que nunca harías?
11.¿Por qué decidiste hacerte un blog?

Bueno y estas son las preguntas, siento si algunas son muy personales, pero son las primeras que me han venido a la cabeza.  Para daros este premio debéis seguirme en mi blog, otorgar este premio a otros 11 blogs y realizarles 11 preguntas para que las contesten. Esto es todo. ¡Un besazo para tod@s! 

sábado, 22 de junio de 2013

Capítulo: 29

Capítulo: 29

Por fin ya en el recreo, con las notas dadas, y los nervios de Paula aumentando más y más. Sus nervios por la notas al lado de los de su cercana conversación con Dani, son prácticamente invisibles. Ya casi no le quedan uñas, lleva mordiéndoselas desde hace una hora. ¡Y eso qué odia mordérselas! “Venga, Paula, tranquilízate” piensa ella. “Es Dani, tu amigo. Seguramente te quiera hablar de cómo ha pensado dejar a Miriam o como ha conocido a otra chica, como muchas otras veces lo ha hecho. Ha hablado contigo de todos estos temas que él consideraba importantes, así que este no va a ser menos. Nuevamente, tú no serás la protagonista”
Se sienta en un bordillo del patio. Les ha dicho a sus amigos que no se encontraba muy bien y que iba a la enfermería. Suspira. Seguramente les esté haciendo pasar un mal trago. Ella siempre ha sido la vulnerable del grupo, desde entonces, todos se han preocupado mucho por ella. Hay veces en las que siente que solo les da problemas y preocupaciones.
El viento frío revuelve un poco su melena mientras abre el sobre de sus notas. No han ido nada mal. Todos sobresalientes menos ese típico notable en educación física. El deporte nunca ha sido su punto fuerte.
De repente siente que tiene hambre. Normal, al salir de casa no le ha dado tiempo a desayunar y no lleva nada para almorzar. Con las prisas se le ha olvidado coger el bocadillo que su madre le había preparado. Pero no le importa, tampoco tiene mucha hambre. Desde que ha hablado con Daniel esta mañana, se le ha cerrado el estómago.
Decide sacar su BlackBerry, puede que así se distraiga un poco hasta que Dani venga. ¿Dónde se ha metido? Debería haber salido ya al recreo. Solo quedan quince minutos para que se termine y aún no ha aparecido por allí. Paula piensa en levantarse e irse, en que esa puede ser la mejor opción. Dejar a un lado su intriga y abandonar.
Otra ráfaga de viento le produce escalofríos y hace que, definitivamente se levanta del bordillo y empiece a caminar sin rumbo por el patio del instituto.
-¡Paula, espera!- grita una voz detrás de ella.
La chica reconoce esa voz en seguida. Lleva mucho tiempo soñando con esa voz. Paula se da la vuelta y se encuentra con los ojos castaños de Dani.
-¿A dónde ibas?- le pregunta él.
-Yo…es que…como tardabas tanto en venir, he pensado que…bueno que…que no ibas a venir.
Dani le tiende la mano para que ella se la coja. Paula la acepta y, suavemente, Daniel tira de ella y hace que se siete nuevamente en el bordillo.
-Siento mucho haber llegado tarde, pero he tenido que solucionar unos asuntos.
-¿Qué clase de asuntos?- pregunta Paula.
Dani se acerca un poco más a Paula y le pone una mano sobre la rodilla. Está hecha un flan. Puede que, durante todo este tiempo, haya estado así por él. Nerviosa por cada muestra de afecto hacia ella. Le mira a los ojos y ve como, poco a poco, se vuelve a sonrojar. Es preciosa.
-Lo he dejado con Miriam.
¿Cómo? ¡Lo ha hecho! ¡Dios mío, lo ha hecho! ¡Por fin! Ahora saltaría de alegría, el cuerpo se lo pide. Pero debe contenerse.
-¿Y cómo se lo ha tomado ella? ¿Ella ha sido la que te ha hecho esa herida en el labio?- le pregunta Paula asustada.
-No, esta herida ya la llevaba al llegar esta mañana a clase. Seguramente no te habrás dado cuenta.
-¿Y cómo te la hiciste?- pregunta ella avergonzada. No se ha fijado en ese detalle hasta ahora.
-Es una larga historia. Ahora solo quiero hablarte de eso tan importante que tenía para decirte.
-Y, ¿el qué es?
Dani respira hondo y mira al cielo durante unos pocos segundos. Debe usar las palabras correctas. Puede que si habla más de la cuenta, la fastidie y Paula crea todo lo contrario a lo que él tiene que confesarle.
-Verás, Paula- le dice él volviéndola a mirar a los ojos- sé que te gusto, mucho. Y antes de que digas nada, déjame hablar durante cinco minutos para que te pueda explicar todo, sin rodeos. Ayer, cuando me confesaste todo, llegué a pensar que podría ser únicamente un encaprichamiento, pero no era posible. Yo soy el primer chico por el que sientes algo, y cuando tú sientes, lo haces de verdad. La culpa es mía por haber estado ciego todo este tiempo, por no haber visto más allá de lo superficial, por no fijarme en lo especial que eres para mí.
-Dani, yo…
-Por favor, déjame terminar. Lo necesito- le dice mientras ella asiente con la cabeza.-Llevo mucho tiempo buscando a esa persona que me llene y que me haga sentirme único, tú lo sabes. Sabes todo lo que he pasado con todas las chicas con las que he salido y, sé que, mientras me escuchabas hablar de ellas, tú sufrías, mucho. Todos me lo dijeron y, ellos fueron los que me hicieron darme cuenta de que…me encantas. En realidad, siempre lo has hecho. Tú personalidad es algo que siempre me ha llamado la atención. Tímida, frágil, dulce…perfecta tanto por dentro como por fuera. He sido un idiota porque he estado ciego todo este tiempo, no me he dado cuenta de que eres tú la que me puedes llenar y hacerme sentir que floto entre las nubes. Me gustas, Paula. Sé que no estoy enamorado de ti, pero sé que ayer me gustabas menos que hoy. Quiero que tú seas la protagonista de este cuento que es mi vida, porque en mi cuento yo elijo quien se queda con la princesa, pero no la fuerzo a quedarse conmigo. Por eso quería preguntarte si tú querrías ser mi princesa.
Paula no sabe que decir. ¡Ha soñado tanto con este día y ahora no sabe que decir! ¡Reacciona, dile que sí! Que quieres ser su princesa, que le quieres.
-Dime algo, por favor- le dice Dani.
Paula traga saliva y ábrela boca para pronunciar alguna palabra con sentido, ahora es ella la que no se puede confundir.
-Pues, que quieres que te diga. He soñado tanto con este momento, no te lo puedes ni imaginar- le dice ella emocionada- ¡Por supuesto qué quiero serlo!
Y, sin dudarlo ni un instante, se abalanza sobre él y le abraza. ¿Ya es oficial? ¿Están juntos? Durante ese abrazo, Paula, como una incrédula, se pellizca el brazo y comprueba que esto no es un sueño. ¡No lo es! ¡Es la novia de Dani! ¡Su princesa!
Ambos se separan al mismo tiempo, pero Dani es el primero que clava sus ojos en los de Paula. Nota como sus nervios aún no han desaparecido y como sus ojos brillan como nunca antes lo han hecho.
Solo unos centímetros separan el rostro de Dani con el de la joven. Se fija en sus labios y nota como aumenta la tentación de besarla. Quiere hacerlo y debe de ser perfecto. Inolvidable. Va a ser el primer beso de Paula, debe tener cuidado y transmitirle seguridad. Con la mano derecha comienza a acariciarle la mejilla con los dedos, lo que hace que ella le vuelva a mirar. Los dedos de Dani pasan de acariciar la mejilla de Paula o rozar sus labios con las yemas de los dedos.
-Eres increíble- le dice el chico casi susurrando.
Y el beso llega, sin previo aviso. Dani la besa de manera dulce y tierna. Nota algo distinto, algo que nunca antes había sentido al besar a alguien. Ahora está seguro de que es ella, y este es el primer beso de muchos otros que vendrán.






Huuoolaas mis pequeños lectores:) ¡¡¡POR FIN!!! Ha llegado el capítulo más deseadoo de todos jejeje solo espero que os guste tanto como me ha gustado a mi escribirlo:))
Bueno, como ya sabéis en mi blog aparece mi Twitter y eso para que podáis contactar conmigo, os dejo mi correo electrónico opr si os interesa: armengodmaria@gmail.com
Muchos besitos:)) 
PD: Me encanta el primer gif que he puesto. Amo a Harry Potter!!<3<3<3

miércoles, 19 de junio de 2013

Capítulo: 28

Capítulo: 28


Le pica la nariz, como si alguien le hiciese cosquillas. Aún no quiere despertarse. Dormir, soñar con ella cinco minutos más.
-Despierta- dice una suave vocecilla cerca de su oído- Dani, despierta.
El joven entreabre los ojos, despacio va acostumbrándose a la luz de la habitación. Cuando puede ver con claridad, observa a Tamara que sujeta una pequeña pluma blanca. Lleva un rato pasándola por debajo de la nariz de Dani. Sonríe al verla.
-Buenos días, pequeña- dice el joven incorporándose.
-¡Buenos días!- grita Tamara abalanzándose sobre su hermano. Este le empieza a hacer cosquillas en la tripa mientras ella se ríe escandalosamente. Son estos momentos los que Daniel no cambiaría por nada. Ni por todo el oro del mundo.
-Me encanta verte contenta- le dice mientras la sienta sobre sus piernas.
Su hermana le mira fijamente a los ojos, le brillan como nunca antes le habían brillado. Hasta que se fija en su herida del labio inferior. Una de las marcas de su valentía de ayer por la noche.
-¿Te duele mucho?- le dice señalándole la marca.
-Bueno…solo un poco- le dice mientras se roza la herida con los dedos.- Venga, corre a prepararte o llegaremos tarde al colegio los dos, y yo hoy tengo prisa.
-¿Por qué?- le dice Tamara mientras ve como su hermano escoge la ropa que se va a poner.
-Tengo que hablar con alguien de algo muy importante.
-¿Con Paula?- le dice soltando una pequeña risilla.
Dani la mira incrédulo. ¿Cómo lo sabe? Será pequeña, pero no tiene ni un pelo de tonta.
-Voy a pedirle que sea mi novia.
-¡Bien!- grita ella saltando en la cama- Ella es mucho mejor que con la que estabas saliendo ahora.
-¿Miriam? Voy a cortar con ella hoy mismo.- dice mientras se termina de poner una sudadera negra con el logotipo de los Rolling Stones. 
Tamara baja de la cama y, sin que Daniel se lo espere, comienza a empujarle por la espalda.
-Pero, ¿qué haces?
-¡Venga, no hay que perder el tiempo! ¡Cómo no te des prisa, Paula se te va a escapar! ¡Y yo no quiero eso!- le dice Tamara mientras le conduce por el pasillo a empujones.
Cuando llegan a la cocina, su madre les recibe con unos alegres buenos días. Comienza a reírse cuando ve la imagen de Tamara recuperando el aliento de forma exagerada.
-Mamá, tu hijo ha engordado. Antes no pesaba tanto.
-Nunca antes habías intentado empujarme- le dice Dani mientras se toma de un trago su vaso de leche con Cola Cao- Date prisa Tamara, o no llegaremos a tiempo al colegio.
-No te preocupes Dani, ya la llevo yo en el coche. Tú vete tranquilo. Además me pilla de camino al trabajo.
-¿Seguro? A mí no me cuesta nada.
-De verdad, no es ningún problema. Al contrario- dice su madre a la vez que le acaricia el cabello a Tamara- Por cierto, toma. Cómetelo por el camino.
Dani sonríe, le da un beso en la mejilla a su madre y acepta el paquete de galletas que su madre le ofrece. Luego se despide de Tamara con otro beso y sale de la casa con la mochila colgada en un solo hombro. En su trayecto en el ascensor se mira al espejo y comprueba que todo está en orden; el pelo, la ropa…Todo está perfecto. Además, debe estarlo. Hoy es el día en el que su vida y la de Paula pueden cambiar. Y, la responsabilidad de que eso ocurra, recae sobre él. Debe usar las palabras precisas, sin andarse por las ramas.
Sale del edificio. En el portal le esperan Marcos y Guille para ir al instituto. No hay rastro de Cristian. Lleva unos días en los que no parece él. Vive en su mundo, al que no deja entrar a nadie más.  Dani ha llegado ha llegado a pensar que oculta algo.
-Hola, tío. ¿Cómo estás? Hoy tienes buena cara- le dice Guille dándole un abrazo.
-Sí, vamos hacia el instituto y os cuento todo.
Es un día nublado. Más bien, triste para sr el último día antes de las vacaciones de Navidad. Pero a Dani no le importa si nieva, haga viento o granice, nada le va a frenar.
De caminos, el joven les cuenta a sus amigos como ayer por la noche le plantó cara a su padre, su marca del labio habla por sí sola. No se arrepiente de nada de aquella noche.
Sus amigos le dan palmaditas en la espalda acompañada de halagos como señal de felicitación por su valentía y coraje.
-Y, ¿cómo está Tamara?- le pregunta Marcos.
-Como nunca. Ha vuelto a sonreír.
Dani se emociona al hablar de su hermana. Es la persona, junto con su madre, más importante de su vida. Solo quiere verla feliz.
-Bueno, cambiando de tema. ¿Ya sabes lo qué le vas a decir a Paula?
Dani respira hondo y suelta el aire poco a poco.
-Sí. Pero, aunque no os le creáis, estoy nervioso. Espero no estar cometiendo un error.
-¡Claro qué no!- dice Marcos- Tú mismo dijiste que te ella te gustaba, siempre te había gustado, pero hasta ahora no la habías visto como a algo más que una amiga. Ella te quiere, mucho. No vas a cometer ningún error, al contrario. Vas a hacer feliz a una de las mejores personas de la Tierra. Porque se lo merece, ambos os lo merecéis.
-Tienes razón, ahora no puedo echarme atrás. Sé que es ella, ahora lo sé. Ella es la princesa de mi cuento, y voy a ser yo quien se queda con ella.
-Pues ahí la tienes, tío. A por ella- le anima Guille indicándole dónde está Paula.
La ha encontrado. Está sentada en las escaleras de la entrada del instituto, hablando con Andrea y Verónica. Está preciosa. Se ha rizado en pelo y le cae por los hombros. Lleva un abrigo corto de color blanco, unos vaqueros claros y unas zapatillas de color rojo. ¡Vamos, Dani, acércate a ella y grítale a los cuatro vientos que has estado ciego todo este tiempo! ¡Qué la has tenido delante todo este tiempo! ¡Qué has soñado con ella toda la noche!
Andrea divisa a los tres chicos a lo lejos, entrando por la puerta de hierro del centro. Más tarde, Vero y Paula también los ven. Paula sólo se fija en Dani. Nota como poco a poco sus mejillas empiezan a arder. Se lleva las manos a la cara y se gira bruscamente para que Daniel no la vea colorada. Demasiado tarde, Dani se ha dado cuenta. Le encanta verla sonrojada.
Todos se saludan dándose dos besos, excepto Andrea y Guille que se dan un largo beso en los labios.
Paula se aparta un poco de los demás, avergonzada. Aún siente calor en sus pómulos. Pronto, Dani se acerca a ella.
-¿Qué tal estás?- le pregunta.
-Bien, nerviosa por las notas- dice ella. “También estoy nerviosa porque te tengo a un centímetro de mi, pero eso tú nunca lo sabrás”
-Seguro que te irá genial, como siempre. Yo solo espero que el de matemáticas se comporte con mi nota y me llegue a aprobar.
-Seguro que no suspendes nada- le dice ella mirándole a esos ojazos marrones. Él no deja de mirarla, y eso hace que se ponga mucho más nerviosa. Paula comienza a morderse el labio inferior y a temblarle las manos.
-Oye, Paula, me gustaría hablar contigo a la hora del recreo. Es importante.
¿Cómo? Ella y él a solas, ¿otra vez? La última vez que habló con él fue ayer y no deja de arrepentirse de lo que hizo. Confesarle sus sentimientos por un arrebato no fue buena idea. Pero, las ganas de estar cerca de Dani, le pueden. Y es que, aunque ellos dos no sean anda juntos, para Paula Dani lo es todo.
-Claro, ¿de qué quieres hablar?
Dani se acerca a su oído. Tanto que podría escuchar el latido del corazón de la joven a punto de salirse de su pecho.
-Lo sabrás cuando llegue el momento de averiguarlo. Te prometo que no te arrepentirás.

No tiene tiempo de reaccionar. Daniel desaparece entre la multitud de alumnos que entran en el interior del instituto. El sonido del agudo timbre anuncia el principio de un día que marcará la vida de muchos. 










Huuoolaas mis pequeños lectores^^ Aquí os dejo un nuevo capítulo, os prometo que el próximo dará mucho que desear. En este os he querido dejar con la intriga:)
PD: Os dejo una canción que enamora, pero mas me enamoran ellos a mi: Taylor Swift y Ed Sheeran: Everything Has Changed.
Muchos besos!<3


sábado, 15 de junio de 2013

Diario de Paula.

Diario de Paula.

2 de diciembre.

La verdad, Inés, hoy no tengo muchas ganas de hablar. Podría gastar veinte hojas de este diario para contarte con todos los detalles cómo Dani se ha enterado de mis sentimientos. Pero voy a intentar resumírtelo lo máximo posible. Lo único que me apetece ahora es dormir y, durante ocho horas, alejarme del mundo y de los problemas.
¿Recuerdas la conversación que tuvimos él y yo por el chat del Tuenti? Bueno pues, hoy en el recreo de instituto, Dani ha venido a pedirme disculpas por si le malinterpreté en la conversación de anoche. No quería hacerme daño con sus palabras, ya que, según él, no las usó bien. Como una tonta le he perdonado, siempre lo hago. Pero, lo peor de todo ha sido que, mis sentimientos han salido a la luz. Sí, así es. He terminado por confesarle todo. Y no dejo de arrepentirme. No he hecho más que el idiota delante de la mejor persona del mundo. ¿Y todo para qué? ¡Para nada! solo para que termine riéndose de mí…Aunque…hay algo que no termino de entender. Verás, cuando he terminado de hablar con él, me ha mandado un mensaje de WhatsApp diciéndome que no podía olvidar lo que le había confesado hace unos minutos y que había sentido algo, pero no sabía el que. Supongo que risa o…horror…
¿Sabes? Ahora, mientras te escribo estas líneas, tengo un nudo en la garganta y las lágrimas al borde de resbalar por mis mejillas. Todo esto duele. Duele mucho.
Como ves las malas noticias son siempre mayores, pero tengo alguna buena que darte. ¡Andrea y Guille están saliendo juntos! Sí, yo al principio tampoco podía creérmelo. Y, para más inri, esta noche Andrea me ha llamado para contarme que Guille le había regalado una estrella, y que había pasado una tarde increíble a su lado. Tienen mucha suerte…Puede que tenga un poco de celos de ellos dos. ¿Quién no los tendría? Guille hace sentir a Andrea la chica más afortunada del mundo, vive flotando en una nube. Pero son mis amigos y necesitan todo mi apoyo, el mismo Guillermo me lo dijo esta tarde por teléfono.
Y esto ha sido lo más impactante de la noche, Raquel se ha encontrado con Hugo, el novio de Oriana, en el Rock and Blues. Estuvieron hablando y el chico no dejó que Raquel pagara su refresco. Llegaron a un pacto, la cuenta quedaba saldada si ella aceptaba una cena con Hugo mañana por la noche. ¡Raquel ha aceptado!
Resumiendo Inés, parece que hoy todo el mundo ha tenido un buen día. Todos menos yo. Pero, como ya te he dicho, ahora solo quiero dormir y mañana será otro día. Un día que, espero, que sea diferente.


Paula guarda su diario en el mismo cajón de todas las noches y se mete en la cama, tapada con la colcha hasta la altura de los labios. No tarda nada en caer dormida, con la esperanza de vivir mañana en un día distinto. Y lo será, será muy distinto.  

lunes, 10 de junio de 2013

Capítulo: 27

                             Capítulo: 27

Se siente un idiota, un completo idiota. Eso es lo que su mente no le deja de repetir desde que abandonó la casa de Verónica. Pero, su corazón no deja de repetirle que es un cobarde. Y es cierto, se ha comportado como tal.
I don’t want to miss a thing de Aerosmith suena en su habitación desde hace más media hora. Es la canción perfecta para describir lo que siente. Decepción, desilusión…frustración.
El enseñarle sus dibujos había sido un buen comienzo, podía haberle confesado todos sus sentimientos, pero no lo ha hecho. Y esto ha ocurrido porque, esa tarde fría de diciembre, el miedo se ha apoderado del cuerpo de Marcos.

-Verás, la de la mayoría de mis dibujos eres tú porque…- intenta explicarle a Vero.
Está muy nervioso, le sudan las manos y sus piernas le piden que salga de esa habitación corriendo lo más rápido que pueda. Pero tiene que echarla valor y enfrentarse a ese miedo que le aferra. El miedo de expresar lo que siente. ¡Vamos Marcos, es Verónica! ¡Tu amiga! La que siempre te ha sabido escuchar y entender. La única que lo ha podido hacer. Llevas esperan este momento mucho tiempo, demasiado tiempo. ¡No te eches atrás ahora! ¡Ya estás muy cerca!
-¿Estás bien, Marcos?- le pregunta ella preocupada- Te has puesto un poco pálido.
-Sí, estoy bien. Verás desde hace un tiempo decidí dibujarte porque quería tenerte más cerca todos los días, poder verte cada minuto, aunque solo fuese a lápiz.
-Pero, ¿por qué? Ya sabes que tú me vas a tener ahí siempre. Eres mi mejor amigo.
-Lo sé, te dibujo por…
Marcos no termina de decir la frase clave de esa tarde. Una tarde que debería de ser única y muy especial para él.
-¿Sí?- le anima ella a confesar todo.
-Porque…eras la persona idónea para dibujarte, y para que yo practicase los retratos. No son mi punto fuerte. Pensé que como eres mi amiga no te importaría que lo hiciera sin tu permiso. Perdóname si te he ofendido.
Y sin previo aviso, Verónica comienza a reírse de forma escandalosa.
¿Por qué se ríe? A Marcos no le hace ninguna gracia lo que acaba de pasar. Acaba de desperdiciar una oportunidad de oro para confesar absolutamente todo. El miedo le ha ganado la batalla, como muchas otras veces lo ha hecho.
-Pero cómo me vas a ofender con eso, Marcos.-le dice Vero cuando ha terminado su risa.- Pero, ¿por qué yo? Quiero decir, hay muchas más chicas ahí fuera para dibujarlas.
-Pero ninguna es como tú- dijo él intentando arreglar un poco la situación.
-Eso lo dices porque eres mi amigo.
-No- comienza a decirle Marcos. Si no puede contarle todo, por lo menos que una parte salga a la luz- Mírate Vero, eres hermosa. No tengo motivos como para no dibujarte.
De repente, Verónica mira cabizbaja al suelo.
-No soy tan guapa, Marcos. Si lo fuera tendría a mil tíos detrás y no los tengo.
-Piensas que para ser guapa hay que tener a un montón de chicos detrás de ti todo el día. Eso no es así, Vero. Aquel que solo se fije en el exterior, no merece la pena. Ni para ti, ni para nadie. Lo mejor y lo más bello de una persona está en su interior. Pero, tú eres perfecta tanto por dentro como por fuera.
-¿Entonces por qué estoy sola?- dice ella con los ojos vidriosos.
-Porque aún no ha llegado ese chico que te haga sentir. Pero puede estar más cerca de lo que crees.
“Vero, soy yo. Yo soy ese chico”- pensaba Marcos. ¡Venga, tienes una segunda oportunidad! ¡Díselo! ¡Idiota, venga díselo! El miedo vuelve a ganar este nuevo asalto que, puede haber sido el último.
-Entonces… ¿crees qué puedo tener alguna oportunidad con Cristian? ¿Poder ser algo más que amigos?
¡No! ¡Eso no! Quería haber escuchado cualquier cosa menos el nombre de su amigo. Por una vez quiere ser él el protagonista, el que se lleve a la princesa del cuento… Pero no. Desde siempre, Cristian ha tenido que estar por delante de él. La cae bien pero, hay veces que le saca de sus casillas. Se cree el mejor de muchos, y que puede hacer lo que quiera con los sentimientos de los demás. Manejarlos
como si fueran simple marionetas. Marcos tiene miedo. Tiene miedo de que consiga manejar los de Verónica y de que ella se deja manipular por él.
-¿Eso es lo que tú quieres de verdad?- le pregunta Marcos.
-¡Claro! Llevo pillada por él desde hace mucho tiempo. No pienso dejar escapar cualquier oportunidad que se me presente.
Ya está. Esa era la frase. Ahora, Marcos sabe que no hay nada que hacer, simplemente intentar olvidar.
-Bueno, tengo que irme, ya se me hace tarde- die él desganado y mirando su reloj.
-Vale. Nos vemos mañana- le dice Vero mientras le da dos besos y un abrazo. Un abrazo, para la suerte de Marcos, de amigos.
Y desde que cruzó la puerta que separaba la casa de su amiga con la calle, Marcos no ha vuelto a hablar con nadie. Sumido en sus pensamientos y buceando en su soledad. Así lleva el joven una hora en su habitación, con la puerta cerrada y la música a todo volumen. Marcos se lleva las manos a la cabeza. No deja de pensar en que ahora mismo, la chica de sus sueños estará pensando en aquel que algún día lo llamó amigo en quién confiar. Y es que, a partir de ahora, no se puede fiar de Cristian. Le duele perderle como amigo, pero más le duele el saber que la chica con la que sueña cada noche ahora mismo pensará en Cristian y no en él. Eso le pasa por ser un cobarde.
Suspira y termina por dejarse caer boca arriba en su cama. Solo puede olvidar. Olvidarla a ella y a la marca que le ha dejado en su corazón, esa marca que parece imborrable. Tiene que ser fuerte. En el fondo hay algo que le dice que puede hacerlo. ¿Cómo? No lo sabe, ahora solo quiere dormir. Así que, mañana será otro día.

 



Principesas^^ Qué tal? Bueno bueno aquí os dejo el siguente capítulo. ¡Espero qué os guste! :))
PD1: Os dejo una canción que me encanta, pero sobretodo me encanta ella:)



PD2: Por cierto, ¡por fin tengo TWITTER! jajajjaa os lo dejo por si me queréis seguir y así os sigo yo también:)
Mi Twitter es: armen16_maria 

Besooooooooos<3









domingo, 2 de junio de 2013

Capítulo: 26

Capítulo: 26


Su madre llegó hace una hora cargada con bolsas de la compra. Dani y su abuela le ayudaron a descargar el contenido de las bolsas en los armarios correspondientes mientras que Tamara terminaba sus deberes. Su madre les intenta hacer creer que está bien pero, hace mucho tiempo que no lo está. Antes su rostro radiaba felicidad en cualquier momento, siempre intentaba sacar el lado bueno a las cosas negativas y oscuras. Ahora finge esa felicidad.
-¿Cómo está tu hermana?- le pregunta a Dani a la vez que guarda unas cuantas latas de conserva en un pequeño armario.
-Bien…hoy ha llegado muy contenta a casa. Ha sacado un sobresaliente en su examen de inglés.- le dice Dani a su madre- Estudió mucho para que tu estuvieras orgullosa de ella.
-Seguro que si…-le dice su madre con la mirada perdida y en tono desganado.
-Pero, ¿sabes qué? Está noche volverá a venir llorando a mi cama, asustada, mientras que la persona a la que más admira finge estar bien y feliz cuando no es así. Cuando sufre por los golpes y amenazas de un capullo que no se merece el volver a poner un pie en esta casa. Porque ese miserable no vale nada, y yo me avergüenzo cada día más, de ser una parte de él. ¡Pero una parte que no le importa nada desde hace mucho tiempo!
-Daniel, baja la voz o te oirá tu hermana.
-¡Eso es lo único que te importa! ¡Qué Tamara nos escuche! ¡De verdad piensas que ella no sabe nada! ¡Llora todas las noches porque su madre sufre amenazas todos los días! Por Dios mamá, abre los ojos. La policía está para algo, te puede ayudar. Te puede volver a hacer sonreír. No sabes lo duro que es, tanto para Tamara como para mi, el ver que no eres capaz de mirarnos a los ojos mientras nos hablas. El ver cada mañana las nuevas marcas y golpes que ese miserable te deja solo por puro placer, sin razón alguna.
-Hijo- le dice ella mirándole por primera vez a los ojos- te prometo que esto terminará pronto.
-¡Eso es lo qué siempre dices mamá! Pero nunca termina, solo aumenta cada día más y más.
Dani termina de hablar y se queda mirando a su madre que no puede contener las lágrimas.
-Pero, si tú no vas a hacer nada, yo me voy a encargar de terminar con todo esto- le dice su hijo.
Su madre termina de enjugarse las lágrimas con un pañuelo de papel arrugado, que se cae al suelo cuando su hijo termina de decir las últimas palabras.
-No te lo permito, Daniel. Tú padre ha perdido el control de sus actos, no me quiero imaginar lo que te puede llegar a hacer. Sus golpes me duelen, pero más me dolerían los que te propiciara a ti.
Nuevamente vuelve a llorar desconsoladamente, solo que esta vez se cubre la cara con las manos. Dani corre a abrazarla y le promete que no le va a pasar nada, porque aunque ese hombre se haya convertido en un monstruo, no deja de ser su padre.
-Hijo, siento mucho todo lo que os estoy haciendo pasar- le dice su madre con la cabeza apoyada en el hombro de Daniel.
-No hay tiempo para lamentaciones. Mamá, estabas asustada, la situación te mantenía en ese estado. Pero te juro que esta noche todo terminará y volverás a dibujar en tu cara esa sonrisa que tanto nos gusta ver a Tamara y a mí.
Se separaron de ese abrazo, su madre intentó replicarle algo a Dani, pero este se lo impidió negando con la cabeza. Ya es hora de que vuelva la alegría y el color a la familia.


-Solo faltan unos pocos minutos para que llegue tu padre.-le dice la abuela de Daniel al muchacho.- ¿Estás seguro de lo qué vas a hacer?
-Completamente. Ya es ahora de terminar con esta tortura.
-Dani, ¿qué vas a hacer?- le pregunta Tamara extrañada.
Daniel se levanta de la cama dónde estaban sentados él y su abuela y si agacha delante de su hermana pequeña.
-Voy a terminar con todo esto, pequeña. Voy a hacer que todo vuelva a ser como antes.
-Pero yo no quiero que te pase nada- le dice la niña asustada.
-No va a pasarme nada, Tamara. Te lo prometo. ¿De verdad crees que voy a dejar que me haga algo?
Tamara mueve despacio la cabeza de un lado a otro.
-¿Tienes miedo?- le pregunta la pequeña a su hermano.
Dani no se esperaba esa pregunta. Tiene que aparentar ser fuerte ante la situación que le va a tocar vivir, pero no puede negar que le miedo se le está apoderando por dentro.
-No, bueno, puede que un poco, pero pronto se me pasará.
Tamara se queda un rato pensativa hasta que se acerca a su mesilla de noche y coge una pulsera de tela de color azul con su nombre escrito con pintura blanca.
-Toma, quiero que te pongas esto- le dice ella mientras ata la pulsera a la muñeca de Dani.
-¿Por qué me la das?
-Para que te proteja. Esta es mi pulsera de la suerte. La he llevado durante el control de inglés y he sacado muy buena nota, seguro que a ti también te sirve.
El joven mira a su hermana pequeña y la abraza sin que ella se lo espere.
-Te quiero, pequeña- le dice mientras nota como las pequeñas manos de Tamara le rodean con más fuerza su cuello. Cuando el abrazo termina, Daniel mira su reloj.
-Será mejor que Tamara y tú vayáis ya a mi habitación, abuela. Y recuerda, cuando oigáis el sonido de la llave abriendo la puerta, llamad a la policía. Ellos no tardarán en venir aquí.
La abuela de los hermanos agarra a la pequeña de la mano y se alejan de Dani mientras Tamara le mando un beso con la mano a su hermano. Ahora solo toca esperar a que llegue su padre.
De pronto, Dani escucha el sonido de la llave intentando abrir la puerta. El miedo se ha apoderado de él por completo, pero ya no hay tiempo para echarse atrás. Cogiendo aire por la nariz sale de la habitación de su hermana y comienza a andar por el pasillo. Cuando llega al comedor, puede ver como su padre le da una largo trago a una botella de whisky que ha cogido del armario.
-¿Dónde está tu madre?- le pregunta nada más verle.
-No lo sé.
Su padre deja la botella de alcohol sobre la mesa dando un fuerte golpe.
-No te lo volveré a repetir chaval, ¿dónde está tu madre?
Esta vez Dani no responde, solo se queda inmóvil con los pies pegados al suelo.
-¡Dónde está!- chilla su padre mientras golpea la cara de Dani con la palma de la mano. Mientras el chico se recupera del golpe, su padre intenta salir del comedor, pero Dani se lo impide agarrándole el brazo.
-¿Cómo puedes ser tan despreciable? ¡Qué pasa! ¡Lo único qué sabes hacer es pegar a tu supuesta mujer y a tu hijo! No eres nada, me doy asco solo de pensar que soy parte tuya. Pero yo no voy a hacer como mamá no voy a aguantar tus golpes y amenazas.
-¡Cállate!
-Me das asco. ¿Te crees qué por un simple golpe en la cara me vas a dar miedo?
Ese comentario enfurece mucho más al padre de Dani que le pega un puñetazo en el labio inferior a su hijo. La potencia del golpe hace que Dani caiga al suelo. Esta vez, le sangra el labio. Y, aun dándose cuenta de la sangre, el padre del joven se abalanza sobre Dani. Ambos forcejean en el suelo, hasta que la puerta de la entrada se abre de golpe. La policía acaba de llegar.
-¡Eh! ¡Levántese y deje en paz el chico!- dice uno de los policías mientras que el hombre se levanta con las manos en alto- Creo que te vas a venir a pasar un tiempo con nosotros.
Dani consigue levantarse del suelo.
-Tranquilo chico- le dice otro de los policías- tu abuela nos lo ha contado todo. Este hombre no os volverá a molestar más. Has sido muy valiente.
La puerta de la casa, y su padre tras ella, se cierra por fin. Estos últimos instantes han pasado muy deprisa, pero todo ha terminado.
-¡Dani!- dice Tamara que acaba de salir de la habitación y corre a abrazar a su hermano- ¡La pulsera! La pulsera te ha dado suerte.
Al instante su madre se suma a esa abrazo lleno de sentimientos. Su abuela se queda a la margen del momento, emocionada por el volar de su nieto.

-Todo ha terminado- susurra Dani disfrutando de ese momento de libertad. 




Hello:) Este capítulo es un poco más largo que los demás, pero es bastante importante:) ¡Espero que os guste!
                       Besitos^^

sábado, 1 de junio de 2013

Capítulo: 25

Lleva más de una hora en su casa. Aún siente los efectos de la cocaína que le ayudan a olvidar todo lo que era antes y todo el daño que le causó a Paula hace un año. Seguramente, el destino le ha castigado convirtiéndolo en uno de sus amigos. Se lo merece. Se merece mirarla a la cara todos los días y recordar cada una de sus súplicas para que Inés no saltara, cada una de sus lágrimas que marcaron la vida de esa muchacha de catorce años. Y todo fue por su culpa.
Tuvo que cambiar de vida, de forma de ser, de identidad e incluso de aspecto. Al enterarse de que Paula entraría en su mismo instituto, tuvo que hacer todo lo posible para que ella no le reconociera. Si se llega a enterar de que él fue uno de los responsables de ese trágico acontecimiento, no se lo perdonaría nunca, ni ella ni sus amigos. Sus amistades dejarían de existir.
No le apetece hacer nada, solo desaparecer. Dejar de existir por unos instantes. Se separaría de su mente y sus pensamientos si pudiera. ¿Cómo ha llegado a tal extremo? Es verdad que le afectó mucho, muchísimo la muerte de la amiga de Paula, pero él sabe que las decisiones que ha tomado para olvidar no son nada buenas. Recurrir a la droga ha sido caer muy bajo. La droga es para los cobardes y para los que no se saben valer por sí mismos, Cristian siempre lo ha dicho. Pero Oriana le enseñó a verlo como una salida a ese sufrimiento que le quema por dentro. Oriana, siempre ella. El verla no le hace bien, y lo sabe. Pero el no verla le mata. El año en el que sucedió todo, decidieron acabar con su relación. ¿Acabar? No, probablemente nunca hayan llegado a terminar. Siempre que él acude a ella, algo sucede entre ellos. Cristian no sabe si es algo especial o una simple atracción que siempre ha estado ahí. Él la conoce muy bien, antes era una chica que, aunque pasaba de la opinión de los demás y de ellos, en el fondo era sensible y cariñosa. Ahora se esconde tras su pelo castaño teñido y esa coraza de chica dura y fría. Cristian siempre recuerda esos momentos que vivieron juntos antes de que todo ocurriera. Fue una de las mejores etapas de su vida, y no le importaría volverla a repetir. Aunque existe un inconveniente que impide hacer realidad el sueño de Cristian, Oriana está saliendo con Hugo, su amigo. No quiere romper lo que hay entre ellos por un simple capricho de Cristian, porque al fin y al cabo, no es más que un simple capricho. Pero, le ha oído decir muchas veces a Oriana que lo suyo con Hugo es un juego para ella, un entretenimiento sin sentimientos. Eso es un punto a favor para Cristian.
Unos golpes en su puerta hacen que Cristian vuelva al mundo real.
-Adelante- dice él desde su cama.
Una mujer de pelo corto rubio entra en su cuarto con una gran cesto lleno de ropa entre sus manos.
-Hijo, he venido a ver si tienes ropa sucia. Voy a poner una lavadora.
-Sí, he dejado un pantalón y dos camisetas colgadas detrás, en el picaporte de la puerta.
Su madre asiente y recoge la ropa para meterla en el cesto de la ropa sucia.
-Mamá, ¿puedo hablar contigo un momento?
-Claro.- dice la mujer dejando el cesto en el suelo y se siente en el borde de la cama.- ¿Qué pasa?
Cristian se coloca a su lado y, cabizbajo, apoya los codos sobre las rodillas.
-¿Existe alguna forma de cambiar el pasado?
La pregunta coge desprevenida a la madre de Cristian.
-No hijo, pero siempre se pude mejorar el futuro. ¿Por qué lo dices?
-Porque no pasa ni un solo día en el que no piense en ese día en la piscina y en lo mal que me porté. Pero, lo peor, es que os metí a todos en esto. A ti, a papá…no os le merecíais y siempre estuvisteis allí apoyándome en todos y cada uno de los cambios a los que me tuve que someter.
La madre de Cristian rodea con su brazo la espalda de su hijo que sigue cabizbajo. Ha sufrido mucho durante todo este tiempo. Siempre dijo que la culpable de ese dolor que Cristian sentía por dentro era por culpa de Oriana. Nunca le gustó el carácter de esa chica. Pero, debe de reconocer, que ha estado ahí cuando Cristian se venía abajo y deseaba desaparecer para esconderse de los problemas y del mundo en general. En el fondo, muy en el fondo, es una buena chica. Aunque ella no lo quiera reconocer.
Cristian vuelve la cara a su madre para mirarla. Le encanta estos momentos, cuando están los dos a solas. Para Cristian su madre es su mejor amiga. La que siempre le escucha y le entiende. No hay nadie como ella en el mundo. Pero se siente culpable. Culpable de no poder contarle todo. No tiene valor para contarle el remedio que utiliza para olvidar ese día en la piscina. Para olvidar el dolor que le causa el recordar los ojos de Paula esa tarde. Si su madre se llega a enterar, sentirá que su único hijo la ha decepcionado al caer tan bajo. Al no afrontar el miedo y recurrir a un remedio para cobardes.
-Gracias por todo, mamá- dice el joven con los ojos vidriosos.
-No me las des Cristian. Tu bien es lo único que me importa.- se acerca a su hijo y le da un beso en la frente.- Me voy a terminar de poner la lavadora.
-Vale.
Su madre vuelve a coger el cesto de la ropa sucia entre sus manos.
-Por cierto,- die ella sujetando esta vez el cesto bajo el brazo- estabas mucho más guapo con el pelo más oscuro.- le comenta mientras le revuelve un poco el pelo con su mano libre.
-Ya sabes, tuve que hacerlo para que Paula no me reconociera. Pero el rubio tampoco me queda nada mal, ¿eh?- le pregunta recolocándose su flequillo.
-Estás guapísimo- y vuelve a darle otro beso, pero esta vez en la mejilla.
Se queda solo en su cuarto acompañado por sus pensamientos. Pensamientos confusos a los que pronto espera encontrarles solución. Y para eso ha decidido en pensar en sí mismo, en vivir la vida a su manera, sin dejarse dominar por los miedos o los que dirán. A partir de ahora, va a hacer lo que se le antoje, le guste o no le guste a los demás.

 Holi:) Bueno bueno bueno ya estoy aqui otra vez jajaja. Siento mucho volver a tardar pero el instituto me ocupa todo el tiempo. Bueno, con este capítulo quiero hacer algo distinto con vosotros, voy a daros un consejo:) Nunca os dejéis llevar por otras personas, eso es no tener personalidad. Créanme a mi me ha pasado muchas veces, pero eso se acabó, nada ni nadie me va a decirme como actuar. Soy como soy y a quien no le guste que le pinte flores. Por eso os pido que viváis vuestra propia vida, ese es el mejor camino para llegar a ser feliz de verdad. Muchos besos criaturitas <3 
PD: os dejo una canción que me ha enamorado:)