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lunes, 23 de junio de 2014

Dime que no me quieres. Capítulo: 15

Capítulo: 15

-¿Queda mucho para llegar?- se impacienta Gloria quien mueve sus pies dando rápidos golpecitos en el suelo.
-Solo un par de paradas más.- le anuncia Marcos. Ha decidido acompañarla a su prueba de baile. Observa cómo, inquieta, Gloria intenta divisar por los ventanales del autobús el lugar en el que se encuentran- ¡Quieres calmarte!- ríe él.
-¿Cómo puedes decir qué me tranquilice? ¡No puedo, Marcos! En una hora tengo una de las pruebas más importantes de mi vida y no puedo fracasar. Con el más mínimo fallo, estoy fuera.
El joven rubio pasa un brazo por los hombros de su amiga.
-Has trabajado muy duro en esta coreografía y tendrás tu recompensa. Entrarás en la academia y les dejarás a todos con la boca abierta. Y, lo mejor de todo, yo estaré ahí para verlo.
Gloria levanta la mirada y sonríe. El apoyo de su amigo ha sido imprescindible para ella. Es consciente de que, sin sus ánimos, ella no estaría a punto de bajarse de este autobús para mostrar su talento en una de las más prestigiosas academias de la ciudad.
El autobús continúa su trayecto hasta que, despacio, frena en la parada que les corresponde a Marcos y Gloria. Ella, seguida por él y bajan del transporte. Durante su camino, la joven repasa en su mente los pasos de su coreografía. No debe cometer errores.
-Hemos llegado.- anuncia Marcos que mira a Gloria.- ¿Nerviosa?
-Demasiado.
-Tranquila, todo irá bien. Ya verás cómo, cuándo salgas de tu prueba de acceso, yo estaré allí para felicitarte por tu gran trabajo.
Gloria sonríe con dulzura y abraza al muchacho, obligándose a ponerse de puntillas sobre sus pies ya que ella es de menor estatura. Él rodea con sus finos brazos la cintura de la joven y apoya su barbilla sobre su hombro. El abrazo finaliza y se miran a los ojos.
-Ha llegado la hora- le comunica Marcos- entra ahí y demuestra lo que vales, Gloria. Mucha suerte.
Una última sonrisa por su parte y entra en el edificio. Dentro hay muchos jóvenes ensayando sus diversas pruebas de baile. En un mismo pasillo ya ha distinguido tres tipos diferentes de danza. Muchos de esos prometedores artistas son geniales.
Se acerca a una de las chicas que, al igual que ella, espera su turno para ejecutar su prueba y se sienta junto a ella. De nuevo, su pie vuelve a golpear con frenesí el suelo. Los nervios le atacan.
-¿Tu también esperas para la prueba?- le pregunta la muchacha que se encuentra a su lado.
-¿No es obvio?- le responde con una nueva pregunta cortante que deja con mal sabor de boca a Gloria, que no tarda en disculparse- Perdona, estoy muy nerviosa por mi prueba y los nerviosa hacen que saque mi lado irritante.
-No te disculpes- dice la joven con una pequeña risa- es normal que estés así. Es mi segundo año en el que me presento para ingresar en la academia.
Gloria se queda pensativa, prefiere no preguntarle el motivo por el cual no entró en la escuela de baile la primera vez que se presentó, eso solo haría que sus nervios aumentasen.
-¡Gloria Fuertes, pase para realizar su prueba al jurado!- anuncia una voz femenina que procede de un gran altavoz negro adherido a la pared.
Temblorosa, se levanta de su asiento y camina hacia la sala donde llevará a cabo su coreografía. Llama a la puerta con dos golpes leves y entra. Es una habitación enorme, con espejos a los laterales en los que, Gloria, aparece reflejada varias veces y, justo al fondo, una larga mesa donde cinco personas, tres mujeres y dos hombres contemplan a la recién llegada dándole la bienvenida. El jurado.
-Tienes cinco minutos para prepararte y comenzar tu prueba- le comunica una de las mujeres.
-Disculpen…pero preferiría no esperar más…
Uno de los hombres ríe y se acomoda hacia atrás en su silla y, con un gesto de la mano, le da la entrada para que Gloria ponga su música. The monster de Rihanna y Eminem empieza a escucharse por toda la sala. La joven inspira y deja que la música le llene. Acto seguido, comienza a ejecutar los pasos. Rápidos, más lentos en el estribillo, piruetas…
Los aplausos llegan a sus oídos en el momento en el que la canción termina. Se siente satisfecha de su prueba.
-Muchas gracias, Gloria. Ahora te pasaremos una ficha la cual debes rellenar con tus datos personales y un número de teléfono. Te llamaremos para la fecha de dos días con tu resultado.
-De acuerdo- le contesta ella con una botella de agua en la mano. Se acerca a la mesa del jurado y comienza a completar dicha ficha.
-No sabemos si eres consciente de las consecuencias de entrar en nuestra academia- le informa una de las mujeres- no solo os convertimos en artistas muy preparados, sino que para ella hay que renunciar a muchos aspectos.
-¿Cómo cuales?- pregunta desconcertada.

-En primer lugar, hay que ser muy estricto con uno mismo, mejorar y mejorar hasta superarse con creces día a día. Pero entrar en la academia supone marcharse a un centro de las afueras y permanecer allí hasta que el curso finalice durante los dos años de preparación.



3 comentarios:

  1. Qué complicado es alejarnos de todo y de todos los que queremos para perseguir nuestros sueños... Aun así, ojalá tenga suerte y entre, ya que es una gran oportunidad :)
    ¡Un beso muy muy muuy grande! <3

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    Respuestas
    1. Hola!

      Si que es complicado...pero a veces nos vemos obligados a marcharnos o a ver marchar...

      Un beso y muchas gracias por comentar <3

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