Capítulo:
13
Hace dos
meses. 21:00 horas.
Vuelve a
mirarse en el espejo del tocador de su habitación, tal vez sea la quinta vez
que lo hace. Siempre que va a hablar con Guille a través del ordenador lo
ocurre lo mismo. Esos nervios incontenibles, las ganas de traspasar la pantalla
y abrazarle…esas ganas que cada día aumentan más y más. Andrea sabía que iba a
ser duro estar lejos de Guillermo durante tanto tiempo. Cada vez que deja de
hablar con él, bien sea por vía telefónica o por Skype, es inevitable ese
sentimiento de rabia mezclado con la tristeza de no verle, de no estar a su
lado todos los días como antes. Hay veces que incluso ha llegado a pensar que
no aguantaba más, que los kilómetros que los separan estaban siendo más fuertes
que ella…
La madre
del chico no aceptaba que estuvieran juntos y tomó medidas en contra de la
voluntad de su hijo. Recuerda cómo llegó hasta su casa, la manera en la que le
abrazaba, como si quisiera mantenerse aferrado a ella todo el tiempo posible.
Pero, en muchas ocasiones, la distancia es una de los grandes enemigos del
amor.
Andrea
respira hondo, cerrando los ojos, y lentamente suelta el aire que contenía por
la boca. No puede derrumbarse ahora, no cuando faltan tres minutos para que
Guille se conecte. La joven se recoge su larga melena rubia en una coleta alta
y se sienta en su silla frente al ordenador del escritorio.
Ya es la
hora.
Presiona
el botón de encender y espera a que Windows se cargue correctamente. ¡Por fin!
Veloz, entra en la página de Skype y se conecta. Ahí está. Guille aparece
disponible y, al instante, una petición para chatear le llega a su PC. Ella
acepta sin demora. Respira hondo mientras observa como un joven chico de claros
ojos azules, palo castaño cada vez más claro, esta vez lleva un gorro gris de
lana fina hacia atrás y un jersey de invierno del mismo color. Aunque solo
consiga verle desde la altura del pecho hasta la cabeza, está realmente guapo.
-Hola
pequeña- le saluda Guille con una gran sonrisa.
Ella
suspira con una mezcla de tristeza y alegría amarga. Está tan lejos de ella…
-Hola-
susurra con voz tierna- ¿Cómo va todo por allí?
-Mejor de
lo que esperaba. He conocido a mucha buena gente, son muy abiertos y eso me
gusta. No ha sido complicado para mí adaptarme.
-Eso es
mucha suerte, en ocasiones adaptarse cuesta…mucho.
Andrea lo
sabe, sabe que es muy duro tener que amoldarse a grandes cambios. Está viviendo
uno que cada día, la fuerza de seguir adelante luchando contra ese cambio, se
le hace más cuesta arriba. La distancia que la separa de Guillermo es un
obstáculo que va fortaleciéndose más y más. Nos sabe cuánto tiempo más podrá
aguantar…
Andrea
desvía la mirada de la webcam, fijando sus ojos en un punto alejado de la
habitación.
-¿Andrea?-
le llama él desde su habitación- ¿Qué te ocurre?
Guille
escucha como su novia sorbe por la nariz y pestañea varias veces seguidas. Ella
no quiere que la vea así, derrumbada. No ahora.
-Te echo
de menos- le confiesa con una voz prácticamente inaudible.
El chico
suspira al otro lado de la pantalla pero, antes de que pudiese decirle que a él
le ocurre lo mismo, que siente esa impotencia de no poder estar ahí a su lado,
con sus labios sobre los de ella mientras sus brazos la rodean o, simplemente,
charlando una tarde en el portal de su casa. Otra de esas muchas tardes que
pasaban juntos… Andrea le interrumpe.
-Desde un
principio supe que esto, tenerte lejos, iba a ser difícil de soportar. Los
primeros días fueron complicados, pero no he sido consciente hasta ahora de que
la dificultad de no verte cada día en mi rutina aumentaba. Guille siento que
estoy perdiendo…que te pierdo…
-¡No!- se
alarma él- ¡Eso no está pasando! Andrea, sigo aquí, mírame.- ella levanta la
mirada y le contempla a través de la cámara- Cada día que pasa es un día menos
para volvernos a ver, para que todo vuelva a ser como antes, como siempre.
-Cada día
que pasa mi agonía aumente, Guille. Mis fuerzas se reducen. ¡La distancia me
está ganando y me duele!
Y se
derrumba. Se derrumba como un muro se cae ante una bola de demolición. Sin
remedio, sin poder evitarlo. Andrea se cubre el rostro con ambas manos, ya no
intenta reprimir las lágrimas, es imposible.
Guille la
observa, inmóvil. Traspasaría la pantalla de su ordenador si pudiera, correría
y la estrecharía con fuerza junto a su cuerpo. Le susurraría que todo va bien,
que él está ahí- Pero no es así. Ya no es como antes y el ya no está ahí, a su
lado, de manera que ella pueda sentir cada una de sus caricias.
-No puedo
más, Guille. Esto es superior a mí, no soy lo suficientemente fuerte como para
seguir tachando los días de mi calendario, contando aquellos que faltan para
volverá tenerte aquí. Las horas de mis días se triplican esperándote mientras
que los kilómetros siguen siendo los mismos.- Andrea se limpia las lágrimas de
sus mejillas- Lo siento…
Guillermo
abre los ojos de forma extravagante. No, no es cierto, no está pasando…
-Andrea,
por favor…no lo dices en serio…
-¡Guille
yo no quiero hacerlo!
-¡Entonces
no lo hagas! Hemos aguantado casi tres meses separados, podemos con el resto.
-¡No
puedo! ¡No lo soportaría más!
-¡Yo no
puedo soportar el saber que no te tengo! ¡No podemos tirar tantos momentos por
la borda, Andrea! Te quiero, estoy enamorado de ti.
-No digas
eso, por favor no más…- le suplica ella con la voz quebrada- Entiende que no
tenemos alternativa, solo acabar con todo…
-Ya sabes
mi opinión. Lucharé para que esto siga viviendo.
-Basta,
por favor…- le vuelve a suplicar esta vez sollozando.
Guille
suspira abatido, hecho polvo…De todas maneras, consigue ocultar una pequeña
lágrima que discurre por uno de sus pómulos.
-¿Es tu decisión
definitiva?- le pregunta serio y con un tono de vez seco y cortante.
Andrea
asiente, ya no tiene palabras. Se acabó. Los capítulos de su historia con
Guille han llegado a su final. Sin despedirse ninguno de los dos, la muchacha
apaga de ordenador y se arroja sobre su cama, dejando que las amargas y
dolorosas lágrimas, acompañadas de agudos llantos, resbalen por su rostro sin
intención de frenarlas. Nunca antes ha sentido un dolor tan sumamente intenso,
incontrolable. Nunca se había planteado como sería este momento, ni siquiera si
algún día iba a llegar. Pero Andrea nunca fue partidaria de los para siempre,
decía que solo existen en los cuentos irreales. Ahora está segura de ello.
Jope, me he emocionado y todo leyendo estos dos últimos capítulos... Guille y Andrea no van a poder estar así mucho tiempo, finalmente tendrán que hablar y aclarar las cosas. Ella ya está confundida porque no lo ha olvidado, y si le sigue queriendo, buf... Espero que tome una buena decisión...
ResponderEliminar¡Un beso muy muy muuy grande! <3
La historia entre Guille y Andrea va a tener mucha importancia en esta segunda y última parte de las novelas.
EliminarEs cierto que ella está confundida...pronto se irán viendo los acontecimientos :D
Un beso<3
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarCreo que voy a llorar.'(. Excleente cap♥
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