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lunes, 31 de marzo de 2014

Dime que no me quieres, Capítulo: 9

Capítulo: 9

-¡Oh vamos!- dice Cristian con una risa espeluznante- Me miras como si me tuvieses miedo, Paula.
La joven aprieta los dientes y cierra los puños, sintiendo como las uñas se clavan.
-Más que miedo es asco.- dice entre dientes- Y tengo mis motivos para mirarte así.
-Tan dulce como siempre, por lo que veo…
-No te mereces otra cosa, Aaron.
Paula le da la espalda con intención de irse. En la otra dirección tendrá que rodear la urbanización de Dani, pero no le importa con tal de perder de vista a aquel que un día llamó su amigo. Cristian consigue alcanzarla, reteniéndola por el brazo.
-¡Suéltame!- chilla ella.
-¿Qué me dirías si te dijese que he cambiado?
Paula suelta una carcajada forzada.
-Sería el mejor chiste que he oído nunca.- se zafa de él- Una persona como tú nunca cambia, nunca. Es imposible.
-No tienes ni idea de lo que dices.
-¡Lo sé perfectamente!
-¡¡No tienes una maldita idea de dónde he acabado!!- aúlla el muchacho de forma que una pareja que pasea de la mano en la otra acera los miran sobresaltados.
-Cállate, estás llamando la atención…
-¡Ahora quieres que me calle!- grita- ¡Si tan dispuesta estás en conocer de mi pasado, te lo contaré!
Cristian mira hacia los dos lados de la calle y, una vez que comprueba que nadie camina por ellas en este momento, agarra a Paula de la muñeca y tira de ella.
-¡Déjame ya!
La chica intenta soltarse de él, pero su fuerza no tiene nada que hacer contra la que ejerce su mano. Siente como los dedos de Cristian se clavan en su piel, provocándole una fuerte presión y un agudo dolor hasta el punto que siente el pulso en sus dedos.
Con grandes zancadas, se adentran en un húmedo y sucio callejón. Cristian empuja a Paula, dejándola con la espalda pegada a la pared.
-Ya que te has vuelto tan entrometida, vas a escucharme con atención.- la advierte él- Aquella noche, cuando tú descubriste toda la verdad sobre la muerte de tu amiguita Inés, yo sabía que no podría ocurrir nada bueno conmigo. Yo y Oriana lo sabíamos. Esa misma noche, necesitaba olvidar de nuevo y mi madre lo vio. La cocaína estaba esparcida por la mesa y yo temblaba. No tienes ni idea de la mirada de asco que vi en los ojos de mi madre, su propio hijo…un drogadicto…A la mañana siguiente me llevó interno a un centro de desintoxicación. Allí yo era la presa débil de entre todos ellos. No te puedes ni imaginar las cosas que me tocó vivir en ese repugnante antro. Y todos esto gracias a ti y a tus amiguitos, gracias a la intervención de todos ellos… ¡Podían haber mantenido su bocaza cerrada!
Cristian le propicia un fuerte golpe con el puño a la pared de ladrillo rugoso del callejón. La mano cerrada impacta a escasos centímetros del rostro de Paula. Ella ahoga un grito, debía reconocer que la historia de Aron le erizaba el vello de los brazos y sentía el latir de su corazón por todo su cuerpo. Cristian continuaba hablando:
-Pero pienso vengarme de todos aquellos que me delataron, de todos aquellos que hicieron de mi vida una mierda.
-Empieza por ti mismo, nadie te empujó a la droga- dice Paula con la voz temblorosa- ni a ser culpable de la desgracia de Inés…
El joven alarga su mano y presiona sobre el cuello de Paula.
-¿Quién fue los que me delataron? ¡Eh! ¿¡Quiénes!?- chilla- Pienso vengarme de todos, Paula. De todos. Y tú no vas a decir nada, ¿verdad?
Paula cierra los ojos con fuerza. No quiere escucharle, solo salir de allí. Desaparecer.
-¿¡Verdad!?- él presiona con más fuerza, soltando una risa ronca antes de seguir hablando- Daniel y tu seguís juntos, ¿no es así? Y se os ve muy felices juntos, sería una pena que le ocurriese algo a tu chico.
Ella abre los ojos de golpe al escuchar el nombre de Dani.
-¡No le harás nada!
-No deberías estar tan segura…
-¡No!- grita mientras una lágrima desciende por su mejilla, cayendo sobre la mano de Cristian- A él no, te lo pido…
-Entonces ya sabes lo que tienes que hacer, mantén tu preciosa boca cerrada y haz como si esta conversación nunca hubiera existido, nunca.

Y se marcha, dejando libre el cuello de Paula quien resbala poco a poco por la pared hasta terminar sentada sobre el suelo, con la cara enterrada en las rodillas. Se siente humillada, débil…siente que ha puesto a todos sus amigos en peligro. A la persona que más quiere. Ahora no puede pensar, tiene la mente completamente bloqueada. Son sus lágrimas amargas la que le dominan ahora…




Hola!! Por fin teneís aquí el capítulo 9 de Dime que no me quieres:)Disfrutadlo!

Pero tengo malas noticias chic@s...el domingo día 6 me voy con mi curso del colegio a París de viaje de estudios durante una semana y no podré escribir allí...
Intentaré avanzar mucho en estos días el próximo capítulo para tenerlo ya a punto cuando vuelva. Tal vez lo acabe antes de irme y lo publique, no sé jajaja os iré informando en pequeñas entradas que publique.

BESOOOOOS<3

1 comentario:

  1. AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH. Moría por un nuevo cap. Amo tu novela, esta geniaaal:3
    Besos<3

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